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Criar caballos de paso, montarlos y apreciar su señorial andar es
un arte. Con esa premisa, los estándares de un criadero deben
mantenerse altos. El cuidado de su raza se protege de gener-
ación en generación. Desde los primeros caballos hambladores
que llegaron junto a los conquistadores españoles en el siglo
XVI, la estirpe se ha ido adiestrando y depurando en garbo y
docilidad hasta llegar al andar de cuatro tiempos, característica
principal de nuestra raza; perfeccionando su entrenamiento para
convertirlos en lo que hoy son: un verdadero patrimonio y
orgullo nacional. |
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Derechos Registrados © Hacienda Santa Rosa |
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Carmen Reátegui Rosello es una
artista plástica con formación en
pintura, desarrolla proyectos de arte
con participación social y trabajos de carácter multidisciplinario. |
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